Cuando sufrimos un accidente de tráfico en el que no somos culpables exclusivos, podemos reclamar una indemnización por los daños y perjuicios sufridos en el siniestro a la compañía de seguros del responsable.
Para calcular la indemnización deben tenerse en cuenta multitud de factores, ya que cada siniestro es un mundo y por tanto no puede generalizarse, siendo necesario conocer bien la normativa para poder aplicarla a cada caso concreto, por lo que la víctima va a necesitar el asesoramiento de un abogado especialista en accidentes de tráfico que le ayude en el proceso de reclamación a la aseguradora.
Dentro de los daños a reclamar derivados de un siniestro, se encuentran tanto los personales (lesiones sufridas por la víctima), como los materiales.
INDEMNIZACION POR DAÑOS MATERIALES
Normalmente y en mayor o menor medida, un accidente de tráfico implica sufrir daños materiales en el vehículo, motocicleta, taxi, bicicleta, etcétera, que serán de mayor o menor entidad dependiendo del tipo de siniestro.
Estos daños materiales deben ser indemnizados, partiendo de la base de que la carga de la prueba la tiene el propio perjudicado, quien deberá demostrar la entidad de los mismos de cara a la reclamación a la aseguradora.
Cuando esos daños son susceptibles de repararse, la indemnización va a consistir en el arreglo de los mismos, para lo que será necesario peritarlos, y deben peritarse en su totalidad.
Por ejemplo, si el accidente ha sido un alcance en cadena y a consecuencia de la colisión nuestro vehículo es lanzado hacia adelante golpeando al que nos precede, los daños materiales consistirán en el arreglo tanto de los traseros como de los delanteros, siempre que la responsabilidad sea del vehículo que nos golpeó por detrás.
En otras ocasiones, sin embargo, los daños son de tal entidad que no son susceptibles de repararse. En estos casos, cuando se periten, nos van a declarar el vehículo siniestro total, y la indemnización consistirá en el abono del siniestro.
El siniestro total implica la pérdida de ese vehículo, motocicleta o bicicleta, que no va a poder repararse y queda inútil para el uso al que está destinado.
Muchos perjudicados creen que el valor del siniestro se paga por la compañía de seguros del culpable del accidente. Sin embargo, existen una serie de Convenios entre las distintas aseguradoras, lo que implica que realmente quien abona nuestros daños materiales va a ser la compañía propia, que después y en base a esos Convenios reclamará una cantidad concreta a la compañía contraria, aseguradora del responsable del siniestro.
En la mayoría de las ocasiones la declaración de siniestro total supone un perjuicio importante para las víctimas, ya que cuando los vehículos tienen cierta antigüedad se devalúan mucho, y aunque los tengamos perfectos para su uso, la valoración va a ser baja debido a los años que tiene, al ser un factor determinante en el cálculo del siniestro, por lo que difícilmente podremos adquirir un nuevo vehículo con la indemnización percibida en concepto de daños materiales en estos casos.
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¿COMO CALCULAR INDEMNIZACION POR SINIESTRO TOTAL?
El primer paso para la declaración de siniestro total es la peritación de los daños materiales sufridos. Si la reparación de los mismos excede del valor venal o de mercado del vehículo o no pueden arreglarse, automáticamente nos lo van a declarar siniestro.
El cálculo de la indemnización por el siniestro total de nuestro vehículo, de la clase que sea, se realiza normalmente a través de unas Tablas, denominadas GANVAM, que indican ese valor de cada uno de los modelos de vehículos que existen.
La referencia principal que se tiene en cuenta es el año de matriculación del vehículo, lo cual siempre es perjudicial, ya que sabemos que en poco tiempo los vehículos pierden mucho valor. Se han dado casos de perjudicados con vehículos de cierta antigüedad, pero que funcionaban perfectamente y además estaban muy cuidados y con varios extras, y sin embargo el valor del siniestro de ese vehículo era muy bajo debido a los años que tenía.
Normalmente las aseguradoras realizan el cálculo del valor venal a la baja, de ahí que es muy importante que el perjudicado cuente con la ayuda de un abogado especialista que le ayude a valorar la oferta realizada por la compañía y si es necesario y factible, reclamar una subida de la misma.
Así, a partir de 3 o 4 años de antigüedad del coche, las aseguradoras suelen ofertar el llamado “valor venal mejorado”, que supone incrementar en una cierta cantidad el importe del valor venal. En otras ocasiones lo que se reclama es el denominado “valor de afección”, que completa el valor venal, y que consiste en un incremento sobre el mismo que fluctúa entre el 10 y el 50% según los casos, dependiendo del modelo y antigüedad del vehículo y de sus estado y extras de que disponga.
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¿QUE NECESITAMOS PARA RECLAMAR LOS DAÑOS MATERIALES
Para asegurarnos de que la oferta de indemnización por daños materiales es correcta, es fundamental que acudamos a un abogado especialista en accidentes de tráfico que nos asesore.
En caso de tratarse de daños materiales susceptibles de reparación, hará falta justificarlos mediante la peritación, y con un presupuesto de arreglo que recoja la totalidad de los mismos. Si el perjudicado opta por arreglar por su cuenta los daños materiales deberá justificarlo mediante la factura correspondiente, teniendo cuidado de que el importe del arreglo no supere el valor venal, como hemos visto, porque en caso contrario la aseguradora puede negarse a su pago alegando que existe un enriquecimiento injusto.
En el caso de que el vehículo de la clase que sea dañado en el accidente disponga de seguro a terceros, la reclamación de los daños materiales puede demorarse en el tiempo, ya que no se van a reparar mientras la aseguradora del otro implicado no reconozca la culpabilidad. Si disponemos del Atestado o parte amistoso que reconoce esa culpa del contrario, podremos agilizar el proceso, de lo que se ocupará el abogado que defienda nuestros intereses.
Debe tenerse en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, unos daños materiales cuantiosos implican también la existencia de lesiones en los perjudicados. Y muchas veces esas lesiones suelen ser de gravedad, y no puede reclamarse la indemnización por las mismas mientras el lesionado no realice el tratamiento que corresponda y se recupere.
Por ello, es importante contar con el asesoramiento de un abogado particular y especialista, a fin de que se ocupe de la reclamación de daños materiales desde el primer momento, para intentar cerrar esta parte y luego continuar con la reclamación por lesiones, que suele tardar más.
En DEMANDA TU LESION somos especialistas desde hace años en accidentes de tráfico, y conocemos perfectamente el modo de actuar de las compañías de seguros, por ello facilitamos al perjudicado todos los medios necesarios para agilizar la reclamación por daños materiales previamente a la correspondiente a daños personales, de manera que la víctima solo se preocupe de restablecerse lo mejor posible.