¿Estás embarazada y has sufrido un accidente? Conoce lo que indica el Baremo de Tráfico para estos casos y qué debes hacer en caso de siniestro.
Tener un
accidente de tráfico es una experiencia
traumática para la mayoría de las víctimas. Nadie está preparado para una
situación que normalmente es no esperada y que llega de manera sorpresiva y
violenta.
Pero si,
además, lo sufres estando embarazada, te enfrentas a un riesgo añadido por el
embarazo con consecuencias mucho más dañinas
tanto para ti como para el bebé que esperas.
Estamos
seguros en DEMANDA TU LESION que todas
las futuras madres extreman las medidas de precaución cuando se ponen al volante
estando embarazadas, y siguen al pie de la letra los consejos de seguridad
que deben tener en cuenta para conducir con el cuidado y diligencia debidos.
Es por eso
que en la inmensa mayoría de los casos donde la víctima de un siniestro es una
mujer gestante, la responsabilidad recae en el conductor contrario, y puede
afectarlas no solo si van como conductoras, sino también viajando como
ocupantes o como pasajeras de un medio de transporte público, además de extra
también expuestas a sufrir un atropello.
Sea cual sea la causa y el modo de ocurrir el accidente, es necesario contar siempre con ayuda legal especializada, para poder reclamar con garantías todas las responsabilidades derivadas de un siniestro a las que tengas derecho como víctima.
ACCIDENTES DE TRAFICO Y MUJERES EMBARAZADAS
Las
estadísticas no engañan y nos dicen que
una de cada 50 mujeres gestantes sufrirá un accidente de circulación durante el
periodo de gestación, es decir, un 8% de las mujeres gestantes, siendo este
tipo de siniestros la principal causa de muerte en embarazadas.
Es una
realidad que, durante el embarazo, las mujeres pasan por periodos en los que se
encuentran más torpes o faltas de reflejos, y especialmente cansadas, lo que es
importante tener en cuenta cuando se va a coger un coche para extremar la
precaución.
Las
consecuencias del accidente de tráfico tanto en la madre como en el bebé van a ser proporcionales a la fuerza y energía
de la colisión, pero también al tipo de lesión sufrida, porque un siniestro
más leve puede provocar daños graves si el golpe se recibe directamente en el abdomen.
EMBARAZADAS AL VOLANTE: RIESGO Y PRECAUCIONES
Durante el
embarazo, la mujer pasa por distintas etapas que repercuten directamente en su
estado y que pueden afectarlas en mayor o menor medida según el caso.
Sensación de cansancio, sueño, menor agilidad o
dificultad para concentrarse son algunos de los síntomas naturales
asociados al embarazo que cada mujer siente con mayor o menor intensidad.
De la misma
forma, hay embarazos de riesgo que
obligan a tomar medidas adicionales de cuidado y prevención, mientras que otros
transcurren con toda normalidad y las gestantes hacen una vida normal casi
hasta el final, incluyendo el hecho de conducir.
Cuando a
consecuencia de un accidente de circulación recibes un traumatismo directo en la zona del abdomen, el líquido amniótico
que protege al bebé amortigua los efectos negativos del impacto en los casos de
siniestros leves, pero seguramente será insuficiente si la colisión es grave o
se produce a alta velocidad, pudiendo producir en la desaceleración que ocurre
en el momento del impacto que se produzca un desprendimiento de placenta.
La importancia del cinturón de seguridad
El cinturón de seguridad ayuda y mucho a las embarazadas a prevenir los efectos lesivos de un siniestro, pero puede sin embargo convertirse en un elemento de riesgo si no se coloca adecuadamente.

La forma correcta de llevarlo puesto incluye no llevarlo holgado, colocar la banda inferior por debajo del abdomen, y lo más bajo posible sobre las caderas, y la banda diagonal por el hombro, sin tocar el cuello, entre los senos y rodeando el abdomen.
Y nunca utilizar cojines, pinzas o cualquier otro elemento que pudiera disminuir la efectividad del cinturón.
Precauciones para embarazadas
Hay que tener
cuidado con conducir demasiado cerca del volante. Estando embarazadas es
importante regular el asiento y aumentar
la distancia al volante o al salpicadero del coche si vas como ocupante
adaptándolo al momento de tu embarazo (no estás igual en tu cuarto mes de
gestación que en el séptimo).
Nunca debe desconectarse el airbag del asiento delantero pensando en que va a ser perjudicial en
caso de siniestro para una gestante. Peor es siempre el riesgo que se corre si
no se activa en caso de siniestro.
No es conveniente conducir trayectos largos ni
frenar bruscamente por cualquier motivo, además de
parar y descansar, y viajar siempre acompañada a partir de la semana 30 de
embarazo.
Por último, cada embarazada es un mundo y lleva de diferente manera su embarazo, siendo los periodos más críticos el primer trimestre y el tercero. Si te afecta negativamente algunos de los síntomas asociados a este periodo que puedan repercutir negativamente en la conducción, evita hacerlo para no generar riesgos innecesarios tanto para ti como para el bebé.
QUE HACER SI ESTAS EMBARAZADA Y SUFRES UN ACCIDENTE DE TRAFICO
Una mujer gestante puede tener un accidente viajando como conductora o como ocupante, siendo mayor el riesgo en el primer caso que en el segundo.
Lógicamente, también influye el hecho de ir acompañada en el vehículo o sola, sobre todo para ayudar a mantener la calma en los momentos posteriores al siniestro.
Como en cualquier accidente, los primeros pasos son fundamentales para establecer la responsabilidad y determinar si hay derecho a reclamar una indemnización.
Llamar a la Policía para que levante un Atestado y avisar a los servicios de emergencias para que atiendan a los heridos son gestos clave, prestando especial atención a la víctima embarazada para que no se mueva hasta que llegue la asistencia sanitaria.
Si la víctima
gestante está acompañada, el acompañante debe ocuparse de realizar todos los
trámites necesarios en caso de siniestro, como rellenar el parte amistoso,
tomar datos de testigos presenciales o declarar a los agentes de la autoridad
su versión del accidente.
Indemnizaciones por accidente de tráfico estando embarazada
Los posibles daños que puede sufrir una mujer gestante en caso de siniestro son el parto prematuro, el desprendimiento prematuro de la placenta, el sufrimiento fetal o la muerte fetal.
Y también puede ocurrir el fallecimiento de la víctima gestante con pérdida de feto.
La víctima
podrá reclamar indemnización si es conductora no culpable del siniestro,
ocupante en todos los casos, y si resulta atropellada.
Indemnización por pérdida de feto
El nuevo Baremo de Tráfico recoge
la indemnización por pérdida de feto en el artículo
111 de la Ley 35/2015, indicando:
- La pérdida de feto a
consecuencia del accidente constituye un perjuicio que se resarce con una
cantidad fija. Dicha cantidad es superior si la pérdida de feto tiene lugar una
vez transcurridas 12 semanas de gestación. - La indemnización
corresponde a la mujer embarazada que sufre la pérdida del feto, añadiéndose
a la que, en su caso, perciba por las lesiones padecidas.
En este sentido el Baremo entiende que se considera feto a efectos
de percibir indemnización a partir más o
menos de las seis semanas de gestación, es decir, cuando ya tiene los
órganos y características propias del ser humano.
La compensación económica comprende, por tanto, una cantidad que
se paga por la pérdida del feto, y,
además, la víctima percibe también la cantidad
que le corresponda por las lesiones que ella misma haya sufrido en el
siniestro.
El Baremo establece el pago de las cantidades por este concepto
dependiendo del tiempo de gestación:
- Cuando la pérdida tiene lugar antes de las doce
semanas de gestación (teniendo en cuenta lo indicado sobre en qué momento
se considera que existe feto), la indemnización es de 15.000 euros. - Si ocurre a partir de las doce semanas de gestación, la
indemnización por pérdida de feto es de 30.000 euros.
Los problemas que pueden surgir con la aseguradora obligada a pagar la indemnización pueden surgir por la interpretación que hagan de la pérdida del feto en el accidente, partiendo de la base de que esta se puede producir automáticamente en el siniestro, u ocurrir posteriormente.



Incluso puede darse el
caso de que la mujer que ha sido víctima del mismo desconociera que estaba embarazada en el momento de producirse,
enterándose después a través de las pruebas médicas que se le hacen por los
servicios de emergencias o urgencias en el Hospital. En este caso también hay derecho a indemnización.
Indemnización por fallecimiento en accidente de víctima embarazada
Otra de las peores consecuencias de un siniestro es que la víctima gestante fallezca en el accidente.
El Baremo de Tráfico contempla este supuesto en el artículo 76, que recoge el Perjuicio particular por fallecimiento de víctima embarazada con pérdida de feto, indicando que “el fallecimiento de víctima embarazada con pérdida de feto a consecuencia del accidente constituye un perjuicio particular que se resarce mediante una cantidad fija que percibe el cónyuge. Dicha cantidad es superior si la pérdida de feto tiene lugar una vez transcurridas doce semanas de gestación.”
La importancia de asesorarse con un abogado especialista en accidentes
Cualquier
accidente de circulación es una dura experiencia para quien lo vive, pero cuando
se produce la pérdida de feto o en el peor de los casos fallece también la madre,
la situación se convierte en un verdadero drama para las familias, y en DEMANDA TU LESION lo sabemos porque
hemos vivido casos así.
También
sabemos que estos supuestos, que disparan las indemnizaciones, siempre provocan
problemas en la reclamación, porque por parte de las aseguradoras va a existir siempre controversia para
valorar los daños y pagar la indemnización que corresponda.
Conocemos el
desconocimiento y la falta de información que tienen las víctimas, y la
angustia de no saber qué hacer, y cómo puede demostrar el perjuicio sufrido a la
compañía obligada al pago.
De ahí que es
muy importante buscar siempre asesoramiento especializado, para que sea un abogado quien actúe en nombre de los
perjudicados frente a la aseguradora, y negocie de tú a tú para conseguir
la indemnización que les corresponde por todos los daños sufridos, sea de
manera amistosa o a través del correspondiente procedimiento judicial.
Muchos de
estos casos se resuelven en los
Tribunales, bien porque se tramitan por vía penal (cuando hay un
fallecimiento, por ejemplo), o porque no hay modo de llegar a un acuerdo con la
compañía, que discute varios o todos los conceptos de la indemnización, o los
valora a la baja, en cuyo caso puede interponerse un pleito civil.
No olvides,
además que puedes recuperar en todo o en
parte los honorarios del abogado particular de tu confianza que designes,
gracias a la cobertura por defensa
jurídica que tienes incluida en tu póliza.
Si tú o alguien de tu entorno ha sufrido un siniestro de este tipo, la ayuda legal es necesaria siempre. Contacta con DEMANDA TU LESION, y nuestros abogados especialistas te harán una primera valoración gratuita y sin compromiso.