Detrás de la “letra pequeña” de las indemnizaciones por accidentes de tráfico hay
todo un proceso complejo para la víctima, para la que reclamar los daños
sufridos se convierte en un camino lleno de obstáculos.
Y es que la realidad de un perjudicado en un
siniestro pasa por dos grandes dificultades a las que no sabe cómo enfrentarse:
la falta de información, y el
desconocimiento de la Ley.
Resulta complicado reclamar una indemnización
cuando desconoces los pasos que tienes que dar para que te paguen los
perjuicios que has tenido como víctima. Pero, además, la letra pequeña de tu póliza
de seguro puede perjudicarte (y mucho) cuando descubres que no tienes las
coberturas que pensabas o tu aseguradora te niega la ayuda que necesitas.
Muchos accidentes se quedan sin reclamar por
desconocimiento de los perjudicados. Otros tantos suponen un ahorro importante
para las aseguradoras gracias a esa “letra pequeña”. Y el perjudicado, como
siempre, es la víctima.
Es muy importante, si has tenido un accidente,
actuar deprisa. Y para ello debes informarte con un abogado especialista https://demandatulesion.com/abogados-accidentes-de-trafico-asesoria/, primero, para saber lo que tienes que hacer, y
segundo, para conocer de manos de un experto cómo te ampara la Ley y a qué
tienes derecho a la hora de reclamar tu indemnización.
HAS TENIDO UN ACCIDENTE… ¿Y AHORA QUE?
Esta es la gran duda para la mayoría de las
víctimas de un siniestro.
Los primeros momentos son traumáticos, en muchas ocasiones has tenido daños personales, y es muy fácil perder los nervios o incluso no reaccionar con prontitud para dar los primeros pasos de forma adecuada.

No nos cansamos de repetir que cada accidente es diferente, y cada
víctima también. En las consecuencias del mismo intervienen muchos factores que
condicionan la reclamación que puedas hacer después.
Muchos perjudicados cometen el error de fiarse de lo que les indica su compañía, o
incluso, de tomar como referencia la experiencia de un amigo o familiar, cuando
en realidad, lo primero que deben tener en cuenta es que su accidente es único
y en él intervienen una serie de condicionantes que de una u otra forma van a
determinar el resultado final de la reclamación.
En DEMANDA TU LESION sabemos que no es fácil
tener la “mente fría” en estas situaciones.
Y también que desconocer la “letra pequeña” de las indemnizaciones,
o lo que es lo mismo, todo aquello que puede hacer fracasar una reclamación por
los daños sufridos, es una dificultad añadida que requiere siempre de un
asesoramiento legal especializado.
Los problemas que se repiten una y otra vez
Tienes un accidente y llamas a tu compañía
para dar el parte. A partir de ese momento se pone en marcha un complejo
proceso para depurar responsabilidades, y comienzan los problemas.
Porque tú no tienes la culpa. Y piensas que,
si no eres culpable, tienes derecho a que te indemnicen los daños sufridos,
tanto materiales como personales.
Hasta aquí la teoría, que es cierta. Si no eres culpable exclusivo, puedes
reclamar.
Pero… ¿qué ocurre en realidad en muchos casos?
Te encuentras con que tu compañía te dice que
la culpa no está clara, que el contrario mantiene una versión contradictoria, o
que incluso tienes dificultades para demostrar la dinámica del accidente.
A partir de ahí empiezan las demoras para que
te arreglen los daños materiales de tu vehículo, no sabes dónde acudir para
tratarte de las lesiones sufridas, empiezas a acumular gastos derivados del
accidente que desconoces si te van a reembolsar, eres autónomo y al estar de
baja pierdes dinero, y así un largo etcétera de problemas y dificultades.
Mientras tanto, el tiempo sigue pasando y tú sigues sin respuestas, y lo que es peor,
sin ayuda.
LA LETRA PEQUEÑA DE LAS INDEMNIZACIONES POR ACCIDENTES PARTE
I: LOS SEGUROS
En una reclamación de indemnización por
accidente de tráfico las compañías de seguros tienen un papel protagonista, y
no precisamente a favor de la víctima.
Muchos perjudicados depositan su confianza en su aseguradora en el convencimiento de que van a recibir la ayuda que necesitan para reclamar a la compañía del responsable. Y la realidad es bien distinta.



En DEMANDA TU LESION conocemos muy bien las
principales quejas de las víctimas cuando comienzan a gestionar el siniestro
con sus compañías:
- El tramitador que te asignan nunca está disponible.
- Si te ponen un abogado de compañía te va a recomendar siempre aceptar la oferta que te traslade de la compañía contraria, aunque no se corresponda con los daños que has tenido (“hoy por ti y mañana por mí”).
- Te encuentras con un siniestro total de tu coche y te ofrecen una cantidad mínima que estás seguro de que no es correcta.
- Vas de buena fe a los servicios médicos de la compañía contraria y te encuentras a un perito que te dice que no tienes nada y que estás bien de las lesiones sufridas.
- Nadie te informa sobre lo que puedes reclamar.
Y así, muchas dudas más.
No
esperes recibir ayuda de tu aseguradora. Todas
las aseguradoras defienden su propio interés, porque son empresas y, por lo
tanto, les mueve una cuenta de resultados. Los Convenios entre ellas les
permiten compensar unos siniestros con
otros al margen de las víctimas, que son las grandes perjudicadas.
En muchas ocasiones, los afectados por un
accidente se enteran de la “letra pequeña” de sus pólizas cuando tienen un
percance. Y es que normalmente, esas cláusulas a las que no prestamos atención
al contratar nuestro seguro se vuelven contra nosotros en caso de sufrir un
siniestro.
Evidentemente, el tipo de póliza que hayamos firmado también nos va a condicionar
la reclamación. No es igual disponer de un seguro a terceros que uno a todo
riesgo.
Porque la culpa es elemento clave para
determinar si tienes o no derecho a indemnización, y mientras se discuta, si
tienes un seguro a terceros tendrás que esperar a que la compañía contraria
reconozca su responsabilidad, y mientras tanto tus daños materiales, por
ejemplo, quedarán sin repararse. ¿Qué
ocurre entonces si necesitas tu vehículo para trabajar?
Cuando exista la más mínima duda en la
dinámica del siniestro, tu compañía va a declinar amablemente defender tus
intereses, en base a los Convenios
suscritos con las demás aseguradoras. Muchas veces aluden a la cláusula X
de las condiciones particulares de tu póliza, cláusula que por supuesto, tú
desconocías haber firmado (la famosa letra pequeña).
Y entonces eres tú quien tienes que buscarte
la vida para reclamar.
¿Soluciones?
Para evitarte problemas y que te veas afectado
por los Convenios entre compañías, siempre
debes externalizar la reclamación con especialistas en accidentes que sean
independientes.
Y esto es así, primero porque es un derecho
que tienes (la libre elección de abogado).
Y segundo, porque en la inmensa mayoría de los
casos lo tienes cubierto gracias a la
denominada “defensa jurídica”, una cobertura de tu seguro que te permite
elegir al abogado externo que quieras, cuyos honorarios serán cubiertos por tu
compañía en todo o en parte dependiendo del importe de esa defensa jurídica,
que varía según la aseguradora.
Dicho de otro modo: tu aseguradora no defiende
tus intereses, sino los suyos propios. Eres un número de expediente. Y por
supuesto, les da lo mismo lo que necesites, cómo hayas quedado de tus lesiones
o los perjuicios reales que te esté causando el accidente. Los Convenios mandan, y en ellos lo único importante es el interés
económico de la compañía.
LA LETRA PEQUEÑA DE LAS INDEMNIZACIONES POR ACCIDENTES PARTE
II: LAS OFERTAS DE LAS COMPAÑIAS
El siguiente problema para la víctima llega a la hora de valorar y calcular https://demandatulesion.com/calcular-indemnizacion-accidente-de-trafico la indemnización a percibir. Y es que difícilmente puedes reclamar por ti mismo si no sabes qué es, en concreto, a lo que tienes derecho.



La mayoría de los perjudicados saben que hay
un Baremo de Tráfico, un documento de más de 500 páginas, que contiene
artículos y Tablas a partir de las cuales debe calcularse la indemnización
correspondiente.
¿Qué es lo que ocurre normalmente? A las
aseguradoras no les interesa que tengas información, porque cuanto menos sepas
más fácil es que aceptes de buen grado la oferta económica que te hacen.
Y las
ofertas económicas también tienen “letra pequeña”. Las compañías se ahorran
muchísimo dinero cuando los perjudicados no reciben asesoramiento externo,
porque como no saben lo que pueden reclamar, dan por buena la oferta recibida.
Y la realidad es que, en la inmensa mayoría de
los casos, están por debajo de lo que
realmente les corresponde.
Pongamos un ejemplo: sufres lesiones en un
siniestro y tienen que operarte a consecuencia de las mismas. El Baremo de Tráfico https://www.boe.es/boe/dias/2015/09/23/pdfs/BOE-A-2015-10197.pdf incluye
una indemnización específica en caso de que tengas una intervención quirúrgica
derivada de los daños sufridos. Si tú no lo sabes, no vas a reclamar este
concepto. Y si la aseguradora no te lo incluye en su oferta de indemnización,
te quedarás sin percibir la cantidad que te corresponde.
Otro ejemplo: te han quedado secuelas después
de recibir el alta médica. Pero tú no sabes valorarlas. Ni tampoco calcular qué
te corresponde por ellas. La realidad es que las secuelas se valoran por número
de ellas, número de puntos asignado a cada una (a mayor gravedad de la secuela,
más puntos), y tu edad en la fecha del accidente.
¿Cómo puedes saber si te han dado un punto por
tu secuela que no tienes derecho a que te den tres puntos? Las aseguradoras valoran las secuelas siempre a la baja.
Pero si no tienes ayuda legal, no vas a saber que la oferta que te hacen está
muy por debajo de lo que te corresponde.
Las ofertas de las compañías hay que
analizarlas muy detenidamente. Y una vez que las aceptas y las firmas, difícilmente
podrías reclamar porque no te han pagado todos tus daños, aunque después te
enteres de que no te han indemnizado adecuadamente.
¿Qué debes hacer? Lo primero, no aceptar nunca una oferta motivada de una
compañía sin haber consultado antes con un abogado especialista.
Y lo segundo, no esperar para recibir
asesoramiento legal. Cometer algún error en los momentos iniciales de la
reclamación, básicamente por no estar informado o desconocer qué pasos deberías
dar, puede condenar al fracaso tu derecho a percibir una indemnización.
Tienes derecho a elegir un abogado de tu confianza, que sea independiente, ajeno a
las compañías de seguros, y que esté de tu lado a la hora de reclamar. En este
caso, su interés va unido siempre al tuyo, porque sus honorarios dependen del
resultado que obtengan defendiendo tus intereses.
Y además de ser un derecho, los honorarios del
abogado particular que elijas los vas a tener cubiertos en todo o en parte
gracias a la cobertura por defensa jurídica que tienes incluida en tu póliza.
Si has sufrido un
accidente con daños y perjuicios, podemos ayudarte.
Contacta https://demandatulesion.com/contacto/ con DEMANDA TU LESION y nuestros abogados
resolverán tus dudas y te harán primera valoración
gratuita de tu caso.